Emocionales, En verso, Formales, Sin categoría

299- Elegía*

A O.A.L.

Pensar que ahí, en ese vacío,
rebosaban las cartas y las ideas.
Y ahora solo lo llenan los suspiros.

Desde el paro, no conquistaste nada
apenas la añoranza
de la paciencia malgastada.

Más queda tu eco en las mentes encintas,
queda tu book que no se actualizará jamás
quedan tus cartas siempre distintas.

Solo encontraremos las pruebas de tu ausencia,
encontraremos recuerdos de bar y facultad,
encontraremos un hueco en alguna agencia.

Demasiado joven para marchitarte,
madurarás en nuestra memoria,
tienes una Eternidad para hartarte.

Pero nadie duda en este aciago día
que tú reirías, si siguieras vivo,
preguntando como escribir tu elegía.

*La elegía es un género lírico con formas muy distintas, pero con un tema común: la muerte, el llanto y el luto por un ser querido. Esta ha debido escribirla alguien por mí porque yo ya estoy muerto.

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Audiovisuales, De Joan-Lluís Lluís, Gremiales, Pastiche, Sin categoría

298- Gráfica de automoción

Si tu coche puede hacerlo, OScar también

¿Adaptarse a cualquier conductor? ¿A cualquier superficie? ¿A cualquier trazado?

Con un motor de bajas emisiones contaminantes a base de motivación tiene las prestaciones de un gran coche: con 298 caballos de potencia, gran capacidad de carga, pero en el tamaño de un compacto urbano.

Fabricado en la UAB y puesto a prueba en los circuitos creativos más exigentes durante más de un año el nuevo OScar demuestra que la redacción creativa de última generación no está reñida con el la tecnología ni con la estética.

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Adaptado a tu estilo

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De Joan-Lluís Lluís, De Raymond Queneau, Pastiche, Sin categoría, Trabas

297- Gastronómico

Mi nombre es Oscar Arenas Larios y mi especialidad culinaria son las palabras y las ideas. Me encantaría cocinar tras tus fogones, combinando técnicas, fileteando las historias para encontrar las ideas más finas o emplatando textos de todo tipo. Me adapto a lo que pida la materia primera o a lo que demande el comensal ya sea vuelta y vuelta o hecho a fuego lento.

Sin embargo mi amargo presente es el paro y no tengo demasiados ingredientes en la despensa… apenas una licenciatura en conserva de 400 gramos de publicidad, medio máster y un jugoso pedazo de experiencia en agencia. Ya que para muchos paladares aún estoy crudo, tengo que presentar cocinar siempre lo mismo aderezando mi perfil con distintos aliños y quizá con una pizca de alguna especie. Aunque los ingredientes sean, en esencia, los mismos, el sabor siempre será distinto. Tengo motivación en conserva y ganas de experimentar frescas que me permitirán servir 297 platos distintos y que hacen que me plantee hasta hacer un menú anual. Jamás probarás un refrito tan ligero.

Te prepararé una degustación y sacaré de mi bodega una propuesta de maridaje que no te dejará indiferente. Pero lo mejor de mi propuesta es que puedo servirte fuera de carta una receta al gusto cocinada especialmente para ti.

¿Has comido bien? ¿Tomarás café?

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De Joan-Lluís Lluís, Emocionales, Formales, Sin categoría

296- Adínaton*

Tengo tantas ganas de escribir, que lo haré hasta sin que me lo mandes. Y aunque el texto de ayer fuera perfecto, lo cambiaré a diario. Ni tan siquiera necesitaré un no.

Me adaptaré a estilos que no sé ni que existen. Y si por algún azar, vuelvo a escribir lo mismo, jamás sonará igual. Todo eso, durante 365 días: porque en el mundo de los contratos de seis meses merece que demuestre mi talento durante un año.

Estudié publicidad, seguí con un máster y de ello aprendí que teorizar sobre ideas sin practicarlas en una agencia es como beber sin tragar.

Si aún así me rechazas por ser demasiado joven, es que siempre vas a dar con cualquier excusa. Por si acaso, yo insistiré hasta que me rechaces por viejo. No olvides que mi motivación está más allá de los motivos porque nada de lo que hecho demuestra nada. Solo lo que aún no he hecho es lo que evidencia mi valía es lo que aún no he hecho.

Por eso, pídeme lo imposible, que yo interrogaré al silencio, callaré las palabras, negaré lo innegable y falsearé lo cierto para lograrlo.

*Un recurso literario primo de la hipérbole, en que se plantea una exageración imposible para respaldar estéticamente el mensaje.

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Audiovisuales, De Raymond Queneau, Formales, Narrativas, Sin categoría

294- Jean Pierre Jeunet*

El 6 de julio de 2013 un estudiante de biología de Montpellier con la cara cubierta de acné compra el Exercices de style de Raymond Queneau. A la misma hora en que el dependiente de la librería entrega el cambio al estudiante, en Cadaqués, Joan Lluís Lluís saborea una deliciosa tableta de chocolate 70% cacao sin sospechar que en Barcelona, un tipo acaba de abrir un blog con el objetivo de arrebatarle el récord de ejercicios de estilo que este le había arrebatado previamente al difunto Queneau.

Se trata de Oscar Arenas Larios, un redactor creativo en paro.

Oscar ama la crema del café solo de su cafetera expreso de segunda mano y en su mundo las palabras suenan como en una canción neomelódica italiana. Seguramente el trauma producido en su infancia al descubrir que su amigo invisible era irreal lo hizo refugiarse en la literatura, un mundo dónde sí estaba bien visto hablar de cosas que no existen.

Obligado por sus padres a perseguir una vida de provecho, Oscar estudió publicidad, una ocupación que le obligaba a dejar de lado sus mundos inexistentes para enfrentarse a una dura realidad formada por grupos de trabajo, arbitrariedades docentes y, lo peor de todo, cafés de máquina debido a temperaturas sobrehumanas, perdían la crema enseguida. Continuó su andadura estudiando un máster mientras trabajaba en una agencia multinacional de nombre difícilmente pronunciable. Hipotecar horas de sueño y recurrir a todo tipo de estimulantes legales no sirvió de mucho, pues perdió el trabajo al cabo de un año y cuatro meses y dejó el máster sin terminar.

Ante esa tremenda decepción, Oscar decidió regresar a sus mundos irreales y usar su pasión para conseguir trabajo en una agencia de publicidad emulando a los señores Lluís y Queneau. Para demostrar la motivación que le invadía pese a su alta tendencia a lo irreal, Oscar abrió un blog en el que dar rienda suelta a sus ansias de fantasía escribiendo día tras día su carta de presentación bajo distintas premisas que le sugerían amigos invisibles a través de la red.

El 25 de abril de 2014, un estudiante alemán perdía 294 € en una timba de póker en Lloret de Mar. En el preciso instante que uno de sus compañeros y contrincantes guardaba el último euro del bote, en Barcelona, un director creativo de otra agencia con un nombre impronunciable recibía una llamada a su extensión por parte de una secretaria con la que se enrolló en la última cena de Navidad comunicándole que un tal Oscar Arenas había llegado para entrevistarse con él. Mientras tanto, en México DF, una internauta trasnochada llega hasta el blog de Oscar, alcanza el ejemplar de Ejercicios de estilo que le trajo su novio de Montpellier y decide proponer una idea de carta a Oscar para comprobar hasta dónde llega su habilidad.

*Hoy se cumplen 13 años (¡cómo pasa el tiempo!) del estreno de Amélie, la obra maestra de Jean Pierre Jeunet. Lo curioso es que, imitándole, me he dado cuenta de que se corresponde a grandes rasgos con el estilo preciosista de Queneau

 

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De Joan-Lluís Lluís, De Raymond Queneau, Formales, Sin categoría

293- Filosófico

Me llamo Oscar Arenas Larios y mi campo del saber es el lenguaje sofista y su fenomenología. Estudio cómo las palabras transmiten conocimiento y nuevas ideas para trasladarlo a diálogos prácticos con los consumidores.

Deseo ejercer junto a los maestros de la Academia y el Liceo y por ello he escrito 293 disertaciones hasta la fecha, sin variar mis argumentos pero sí cambiando la forma de exponerlos. Mi tesis es que la fuerza está en la forma  porque esta es la manifestación múltiple de la verdad absoluta. A todos los que dicen que el lenguaje engaña, les digo que podemos desembarazarnos de las palabras gastando su uso, torturando su significado con el contexto.

Sin embargo, mis máximas son refutadas reiteradamente mediante la negación categórica basada en una misma falacia ad hominem: que mi juventud me priva de la razón y la experiencia. Pero lo cierto es que no se puede demostrar relación causal alguna entre edad y talento. Además este falso axioma se replica con hechos: con mi licenciatura en Filosofía, con mi máster en Psicocreatividad del Ser y con mi experiencia en una agencia multinacional. Y si aún fuera insuficiente, he elaborado un discurso sobre mi método basado en la voluntad de experimentar hechos nuevos y en la motivación para lograr el mayor bien para el mayor número de personas.

Desconozco si eres un superhombre, pero lo lógico es que apliques la duda metódica a mis disertaciones: piensa, luego dime como comprobarás mi habilidad en la próxima carta.

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De Joan-Lluís Lluís, Formales, Pastiche, Sin categoría

292- Josep Pla*

La luz resbalaba por las paredes del despacho y yo estaba tratando de asumir aquella negativa educadísima y que, a la vez, convertía mis promesas de motivación y experimentación en pavoneos pueriles.

—Quisiera hacerle una pregunta, si no es indiscreción. ¿En qué se basa para considerar mi juventud como una contrariedad?

—Tal vez es usted un poco vanidoso. Un redactor creativo debería tener una pizca más de humildad.

Estaba delante de un hombre de cabello entrecano que coqueteaba con la calvicie y que pese a sus facciones totalmente olvidables pretendía lograr cierta transcendencia a través  de unas vitrinas repletas de metales de certámenes y concursos varios. Que llevara el cuello de la camisa abierto y desde aquella posición me judicara vanidoso suscitaba en mí una cierta aspereza. Urdí una excusa no demasiado alejada de la realidad para seguir tejiendo mi discurso tras ella.

—Comprenderá que estoy algo fatigado después de 292 cartas —musité retirando mi portafolio, de una procacidad estilística vulgar, si se compara con mis cartas, todo sea dicho.

Con dicha maniobra pretendía replantear la cadencia que estaban tomando las preguntas y reconducir una entrevista que me había costado meses ganarme y cuya continuidad estaba más que puesta en duda. Durante los meses posteriores a mi salida de cierta agencia multinacional, me había dedicado a reescribir con metodismo e insistencia diarias mi carta de presentación. Mi meta era alcanzar las 365 versiones del mismo texto para hacerme merecedor de una cierta atención por parte de publicitarios y reclutadores. Una elección no demasiado grata pero completamente natural si se repara que, en aquellos tiempos de ética trastabillante, un título o unos estudios universitarios no tenían toda la buena consideración que debieran.

Vislumbrando ya el final de la empresa, su dimensión perdía dramatismo y hasta había quién percibía mis humildes ejercicios de escritura como pretensiosas exhibiciones literarias. En aquellos momentos, convenía convertir la crítica en una oportunidad.

—¿Qué se le ocurre para escribir mi carta mañana, maese? Por supuesto tiene total libertad para proponerme algo. Así haré méritos para tener yo otra libertad: la de demostrarle mi valía.

*El 23 de abril es el Día del Libro y los Derechos de Autor porque se dice que tanto Shakespeare como Cervantes murieron tal día como hoy. Sin embargo, el 23 de abril de 1981, también murió Josep Pla, el que quizá ha sido el escritor catalán de no-ficción más importante de todos los tiempos. Para homenajear su prosa rotunda y evocadora, sirva pedir trabajo cómo creo que lo habría hecho él.

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De Raymond Queneau, En verso, Formales, Sin categoría

291- Poesía libre

Oscar

Arenas

Larios

Tres palabras son mi yo.

¿Más qué es mi qué?
La escritura.
Vil, salvaje, visceral y reiterada.
Mi qué es la escritura de mi yo.

Para lograr mi cómo:
Escribir por cuenta ajena.
Escribir para cuentas ajenas.

Lo repetiré siempre de forma distinta.
Siempre lo repetiré de forma distinta.
De forma distinta siempre lo repetiré.

Para lograr mi cómo… gracias a 365 cómos.

Licenciado.
Un máster en camino.
El saber no ocupa lugar.
Pero te estrecha el horizonte.

Pero la juventud lo amplia
No importa andar durante meses,
porque el sol seguirá poniéndose.

Andaré hacia él con todas mis fuerzas,
con todas mis ganas.

Nos vemos ahí.

Deberías pensar en darme la bienvenida.

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Coloquiales, De Raymond Queneau, Pastiche, Sin categoría

290- Paleto*

¡Ea!

Me llamo Oscar, soy el mayor del Arenas, el que se arrejuntó con la grande de los Larios. Ná questoy buscando una forma honrada de llevarme un plato a la boca y digo yo cahora con toas la máquinas y los avances que sa hecho en el campo no me van a quedar ni las miajas.

Y digo, pues que como siempre he sío espabilao y no tengo malos vicios, cojo el amotillo y me voy pa la ciudad a estudiar algo de provecho. Y ná, uno ya es licenciao y sigo estudiando unas cosas que me da una artá de trabajo explicar cuando voy al pueblo porque parece que les tomo el pelo. Me dicen que me vuelto de capital y o digo pos que así sea, porque aquí hay unas mozaaaaaas que ya las quisiera yo allá riba.

Total, que se conoce que valgo pa las letras y digo, vi a ganarme el pan con eso. Así que estoy dándole a las altabas de toas las agencias de propaganda a er si alguna me da trabajo. Pero claro, yo soy de pueblo y allá somos muy cabestros. Si no maces caso hoy, me larás mañana porque te vi a escribir esto cada día del año. Yo he visto siempre que el hombre de campo no descansa, allí siempre hay algo distinto pa hacer, y eso lo he tenío siempre claro pa labrarme un futuro con ahínco y con ánsia. ¡Ahí que voy!

¿Te parece que nos veamos en la plaza, echamos unos vinos con graseosa y te hablo de mis tierras? ¡Eh! Que estás en babia, no te me vayas a rilar ahora, no vaya ser que con el sermón que te puesto te mayas quedao chuchurrío. Ala, pa que te endereces y le pegues a la mollera un rato: me tienes de decir una forma de escribir esto mañana y así te figuras si valgo o no valgo.

¡Ala! ¡Arreando que es tarde!

*El payés de Queneau haciendo un auténtico remix de hablas locales y tópicos de los pueblos.

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