Buenos días y bienvenidos a Bricomanía.
Soy Oscar Arenas y hoy voy a contarte cómo fabricar nuestro propio puesto de trabajo en una agencia de publicidad. Ya verás que es un proceso muy sencillo. Necesitaremos un tuercas de palabras, el cincel de la imaginación, ideas pegadizas y una llave inglesa (aunque dominar cualquier idioma nos vale). Y mejor tener a mano motivación y ganas de probar cosas nuevas, porque puede que las necesitemos en más de un momento.
¿Vamos allá? Lo primero es cogemos una buena base. Nosotros hemos elegido una laminado de licenciatura publicitaria, 16 meses de experiencia laboral y un año de estudio de la psicocreatividad… Eso va un poco en función del perfil de cada uno y de la disponibilidad de materiales que tengáis. Con capas de nuestro material base iremos construyendo nuestro puesto, ya veréis.
El proceso es sencillo aunque laborioso: hay que empezar a cincelar la formación capa a capa. Lo ideal sería escribir algo en ella para que quede plano y minimizar los huecos, pero para eso tenemos las tuercas. Limamos imurezaspor aquí… Cuando estemos contentos con el primer resultado, esparcimos una idea pegadiza por toda la capa y pegamos otra encima, para ir moldeando nuestra base según nuestras preferencias. Se trata de ir repitiendo el proceso. Recomiendo especialmente que cada capa de nuestra base sea distinta a la anterior: lograremos adaptarnos a más situaciones, después nuestro puesto no será tan rígido y será más flexible y, qué narices, ¡así demostráis vuestra creatividad! ¿Sabéis qué va muy bien para eso? Aceptar propuestas de otra gente para cincelar y pegar cada capa de formas distintas.
El único truco que hay ahora es ser constantes: dedicar un rato cada día a nuestro puesto de trabajo. A partir de las 212 capas, esto empieza a ser firme, pero yo recomiendo llegar a las 365.
Llegados a este punto, seas joven o viejo para trabajar, tu puesto está prácticamente asegurado. Consigue una entrevista y trae tu puesto contigo. Quizá las condiciones no sean las mejores pero después de apilar centenares de capas distintas, ¡lo que no se puede negar es que no tendrás donde sentarte!