Hola Oscar,
Te escribo desde tus 23 años. No te lo tomes a mal, pero eres una excusa más para escribir mis (tus) cartas para pedir trabajo. Este estilo era distinto a los demás y a estas alturas del proyecto, no le hago ascos a nada. Espero sinceramente que te tomaras la molestia de llegar a las 365 cartas para pedir trabajo. Hoy voy por la número 226 y tengo que admitir que se me está haciendo pesado, así que confío que no me dejarás como un bocazas que incumplió su promesa.
De verdad: tengo esperanzas puestas en ti. Deseo que mejoren muchas cosas, que esto empiece a levantar cabeza y que, en parte, sea gracias a la iniciativa y al empuje de nuestra generación. Espero que hayas hecho algo más que quejarte y escribir y que jamás dejaras de probar vías nuevas.
Supongo que Oscar Arenas Larios seguirá al pie del cañón, que terminarás el máster y que encontrarás trabajo, ya sea en una agencia de publicidad o, mejor todavía, que simplemente, des con el puesto de tu vida. Lo mismo has ganado algún premio o eres director creativo… Sea lo que sea lo que te haya deparado la vida, no pierdas jamás la motivación ni las ganas de experimentar. Sin duda, son lo que te ha llevado hasta dónde estás y lo que te llevará aún más lejos. Porque ¿seguirás escribiendo, fuera del trabajo, retándote a diario, verdad?
Por cierto, tengo varias dudas, ¿cuándo dejaron de desautorizarte diciéndote que eras demasiado joven? ¿Qué dirías ahora de tu book de novato? ¿Se te habrán ocurrido, diez años después, aún más estilos a los que adaptar tus cartas para pedir trabajo?