El Oscar Arenas cosecha 2012 es un vino joven con notas muy complejas en boca. Salido de los viñedos de Cerdanyola del Vallès y envejecido en barrica de roble escocés, su sabor refleja fielmente sus raíces, ya que tiene una base fresca, de hierba en primavera, y a la vez, notas marcadamente ahumadas, como la pipa de cierto publicitario.
Servido en copa no muestra evidencia de los taninos de variedades más envejecidas, aunque puede competir con ellas a nivel organoléptico sin problemas, gracias a ese tacto aterciopelado y denso que le aporta su complejo proceso de maduración académica.
En boca, su acidez seca desata la lengua y las palabras con vehemencia. Su color rojizo nos habla de la sangre de los literatos que lo disfrutaron antes. Este magnífico resultado es obra de la iniciativa de unas bodegas que sin duda se han lanzado a experimentar, creando caldos adaptados a un mercado cada día más cambiante y que no dejan a nadie indiferente.
Estamos ante un vino muy personal, de notas contrastadas y aromas poliédricos, que tiende a reflejar a su catador y a satisfacer sus expectativas. Se dice, a modo de hipérbole enológica, que el Oscar Arenas cosecha 2012 puede llegar a ser cualquier vino que uno quiera catar.