¿Qué miras?
¡Eh! Sí, tú, ¿me contestas? No sabes con quien estás hablando, ¿no? Mira soy copy, me llamo Oscar Arenas Larios y estoy hasta las narices de contar porque estoy hasta las narices. No hagas demasiadas preguntas y escúchame. Busco trabajo… Sí, eso que algunos afortunados tienen y de lo que se quejan todo el día. Yo quiero poder quejarme con dinero en el bolsillo. No es tan difícil, ¿no? Aunque tú no me conoces, cuando me cabreo puedo chillar y berrear de tantas formas distintas que ya llevo 49 cabreos distintos del tirón y ha llegado un punto en que me cabrea hasta cabrearme.
Mi mal humor ya empezó en la universidad, con profesores a los que no entendía y con trabajos imposibles. Como aún no lo veía lo bastante negro me enmarroné (qué paradoja, ¿no?) matriculándome en un máster y bueno, aunque creas que soy demasiado joven, pero un día de estos, con un mal cabreo, que quedaré calvo y me saldrán arrugas. No me queda otra… qué puñetas voy a hacer con este cabreo, ¿desahogarme, no? No te lo estaba preguntando. Lo bueno es que yo ya estuve trabajando. Sé lo que es. Pero con un año y medio no escarmenté. Quiero probar hasta qué punto se puede perder la fe en la especie humana.
Entrevístame y si tus tímpanos lo soportan: repasaremos mis cagadas para que te rías un rato de mí. ¡No! Ya tengo bastante de eso. Si me entrevistas que sea algo de provecho, que no sea para fundir mi tiempo. Podrías retarme, decirme cómo puedo demostrar mi cabreo mañana. ¿No se te ocurre nada? Anda, vete antes de que no me ponga violento. ¡Más violento de lo que ya estoy! ¡Venga, fuera de mi vista!
Una propuesta de Bàrbara Nicolau i Mireia Marquès.