Coloquiales, De Joan-Lluís Lluís, Sin categoría

242- Pero no hablemos de eso

¿Qué más da cómo me llame? ¿Y si es Oscar, si mis apellidos son Arenas, Larios, López o García? Me parece totalmente irrelevante presentarme si dentro de cinco minutos volveré a ser el anónimo que era hasta ahora. No quiero hablar de mi situación. El paro me pone nervioso. He tratado de remediarlo buscando trabajo, pero no quiero recordarlo. Después de 242 cartas diarias con un estilo siempre distinto, más vale correr un tupido velo y admitir que hay cosas que es mejor no sacar a relucir.

No me apetece discutir si soy bueno o no, y tampoco me atrae repasar mis títulos universitarios porque muy probablemente no sirvan de nada. Además, me resulta muy pesado plantearme si debería haberme sacado el máster a tiempo o si pasarme un año y cuatro meses trabajando en una multinacional es algo que ocultar o algo de lo que presumir. Mejor olvidar todo eso, de verdad.

¿Tiene sentido que hablemos de mi predisposición a trabajar si todo me da igual? Podría importarme, podría estar motivado y podría probar cosas nuevas, si quisiera. Pero no quiero. Es que no quiero ni mencionarlo, en realidad.

Insistir es inútil. No quiero ni pensar en la posibilidad de una entrevista. Me dan pánico, así que cortemos esto de raíz. Déjalo aquí. Y, por supuesto, ni se te ocurra decirme cómo tengo que escribir esta carta mañana. Lo mismo me baja la autoestima o algo. pero sea lo que sea ese algo no quiero hablar de ello.

 

Standard