Oh Atenea, diosa del ingenio y la creatividad; oh Calíope, musa de la épica, escuchad las palabras de Oscar Arenas Larios, el pobre mortal cuyas palabras resuenan en el Averno del paro, del que solo los grandes héroes o aquellos tocados por el poder divino logran escapar.
Aquí, dónde los títulos en publicidad, la sabiduría de un máster y las conquistas laborales de nada sirven, he convertido la osadía en mi acero y mi determinación en mi armadura, para escribir estas 341 cartas al Olimpo contando las 341 hazañas distintas para librarme del destino de Sísifo. Que los dioses se compadezcan de mí, que admiren mis hechos y me permitan volver a andar entre los vivos antes de cumplir un año, pues me queda aún largo tiempo para vivir nuevas aventuras entre los vivos y el sueño de la luz del día me hace enloquecer.
Concededme audiencia, oh dioses del Olimpo y os convenceréis de que no merezco mi sino… Dispuesto estoy a demostrarlo con cualquier prueba hercúlea que decidáis interponer en mi camino.
Una propuesta de Sonia del Olmo