Abro los ojos y no entiendo nada de lo que hay a mi alrededor. Siento pesadez en mis extremidades. Me duele todo el cuerpo y me cuesta respirar. Recuerdo que perdí mi trabajo en el que llevaba un año y medio. ¿Qué sucedió después?
Creo que lo estuve buscando, porque recuerdo pedirlo, pero es como si me hubiera vuelto loco y tuviera más de cien recuerdos distintos, pero a la vez muy parecidos. Empieza a dolerme la cabeza. Se abre la puerta y entra una enfermera. Se sorprende al verme. Casi tanto como yo a ella. Se acerca, me pregunta si estoy bien, si sé cómo me llamo. ¿Que si sé mi nombre? Por supuesto: me llamo Oscar Arenas. ¿Dónde estoy? ¿Qué me ha pasado?
La enfermera me dice que ya habrá tiempo de hablar de todo. Me pregunta si quiero escribir, que si quiero que me pasen un briefing, si necesito cualquier otra cosa. Durante las siguientes horas me resulta complicado estar tranquilo. Va pasando gente por la habitación. Mi família, amigos… Un tipo que dice que ser psicólogo, que me pregunta cosas que aprendí en el máster y en la carrera, dice que es para evaluar el daño cerebral. ¿Daño de qué? ¡Nadie quiere explicarme qué me ha pasado!
Después me visita un médico, que me lleva por un viacrucis de escáneres y pruebas. Trato de decirle que tengo ganas de salir de aquí y ver lo que hay fuera… Soy joven. ¿Qué quiere decir esa cara? ¿No lo soy? Al terminar me dice que antes de llegar a ese lugar (evita pronunciar hospital) me dirigía a una entrevista con un director creativo y después afirma que ese mismo director creativo sigue interesado en visitarme y comentar mi book.
Algo en como me tratan me da que pensar que llevo mucho tiempo dormido. Recuerdo haber visto interacciones móvil-pantalla, vídeos interactivos, mappings. Pero ¿quién sabe lo que puede hacerse ahora? Si llevo un año ahí dentro, puede que aún estemos en Facebook y en Twitter… pero ¿y si llevara cinco? Si realmente mi book está en algún sitio aún, debe estar desactualizado. Accedo a esa entrevista. Pero prefiero que ese director creativo me ponga a prueba con lo que realmente puedo hacer.
Una propuesta de Jime Delgado