De Raymond Queneau, Sin categoría, Trabas, Verbales

361- Pretérito perfecto compuesto

Hola,

Al final, se han acordado de mi, han tenido en cuenta a Oscar Arenas Larios. He sido redactor creativo en una multinacional durante un año y cuatro meses, he escrito 361 versiones de mi propia carta de presentación y he buscado trabajo en todas las agencias habidas y por haber. Sin embargo, he decidido seguir hasta las 365 cartas. Al fin y al cabo, solo muy pocos han demostrado su talento en un día y yo siempre he querido decir «He buscado trabajo a diario, durante un año entero».

Me he licenciado en publicidad y ya he iniciado el trabajo final de mi máster. Se me ha considerado demasiado joven, pero también se me ha dicho que mi motivación y mis ganas de experimentar han dejado huella.

También me han  entrevistado y he comentado mi book con varios directores que además, me han puesto a prueba. Y de ellos y otros muchos lectores, he recibido todo tipo de propuestas a las que he adaptado esta misma carta.

Esto ha sido todo. Muchas gracias.

 

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Sin categoría, Trabas, Verbales

338- Condicional

Por lo visto, el sujeto se llamaría Oscar Arenas Larios y sería redactor creativo. Supuestamente buscaría trabajo en una agencia de publicidad, razón por la que habría escrito 338 cartas de presentación distintas hasta la fecha. Según sus declaraciones, pretendería alargar su reto un año entero, con lo que se demostraría su capacidad de adaptación a distintos estilos.

Arenas Larios se habría licenciado en publicidad en 2012, estaría terminando un máster y contaría con más de un año de experiencia en una agencia multinacional.Aunque cualquiera diría que es demasiado joven, él opondría a esta noción su motivación y sus ganas de experimentar.

Concedería entrevistas en las que se mostraría y comentaría su book. Sin embargo, fuentes no confirmadas habrían dicho que en esas entrevistas se retaría a los directores creativos. Según cartas anteriores, Arenas Larios les pediría propuestas de estilo a las que presuntamente adaptarían sus cartas posteriores.

 

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De Raymond Queneau, Sin categoría, Trabas, Verbales

239- Pretérito perfecto

Hola,

Me llamaron Oscar Arenas Larios y fui redactor creativo en una agencia multinacional. Empecé un proyecto para conseguir de nuevo un puesto como ese: escribí 239 versiones de mi carta de presentación y con ello demostré mi valía.

Busqué trabajo en muchos sitios y pese a que estudié publicidad y empecé un máster, no encontré nada. Quizá fui demasiado joven y alocado pero experimenté todo lo que pude. Así que los que me tildaron de inexperto, se equivocaron.

Me entrevistaste pero olvidaste todas y cada una de las campañas que firmé. Quedó una cosa pendiente: la propuesta que no me hiciste.

 

 

 

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De Raymond Queneau, Sin categoría, Trabas, Verbales

190- Futuro simple

Naceré y me llamaré Oscar Arenas Larios. Creceré y seré redactor creativo. Por consiguiente, buscaré trabajo en una agencia de publicidad. Suponiendo que no lo conseguiré a la primera, escribiré por lo menos ciento noventa cartas de presentación. Y lo seguiré haciendo de forma distinta cada día hasta que completaré un año entero de cartas diarias. Solo así pondré a prueba mi habilidad con distintos estilos.

Me licenciaré en publicidad en 2012, cursaré un máster y seguramente, acumularé más de un año de experiencia en una multinacional hasta que el paro me sorprenderá. Te pareceré demasiado joven y yo te responderé que eso no será importante, porque estaré de lo más motivado y tendré una gran ansia de experimentación.

Sin embargo, me entrevistarás y comentaremos las campañas de mi book. Pero entonces caeremos en lo obvio: que importará más mi futuro que mi pasado. Decidirás entonces que me pondrás a prueba con una propuesta de estilo que yo adaptaré a una de mis cartas. ¿Qué me pedirás?

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De Raymond Queneau, Sin categoría, Trabas, Verbales

95- Pretérito imperfecto

Mi nombre era Oscar Arenas Larios. Buscaba trabajo como copy en una agencia de publicidad y para ello escribía ejercicios de estilo que me servían de cartas de presentación. Llevaba hechas 95 pero pensaba alcanzar las 365. Creía que así quedaba demostrada mi habilidad como redactor creativo.

En 2012 me licenciaba en publicidad y en 2013 me hallaba inmerso en el trabajo final de mi máster. Justo en ese momento ya tenía un año y cuatro meses de experiencia porque había trabajado en una agencia multinacional. Aún así, parecía demasiado joven o al menos así lo creía la gente. Precisamente por eso, mis ganas de experimentar y mi motivación para superarme a mí y a los demás estaban en un momento álgido. Estaba convencido de que compensaba con creces mi supuesta falta de experiencia.

En mis cartas, afirmaba que si me entrevistaban comentaríamos las campañas que ya había hecho, que podían ver mi book. Pero ahí me reservaba un as en la manga, porque yo mismo renunciaba a todo eso: lo importante no era lo que ya había hecho, lo importante era lo que podía hacer. Entonces venía un cierre redondo: les pedía una idea para un nuevo estilo con el que escribir mi carta al día siguiente.

Fue una experiencia de lo más estimulante. Aunque el paro no es algo deseable, yo estaba de lo más agradecido por haber vivido aquellos días.

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