Mi nombre es Oscar Arenas Larios y me declaro culpable del delito de redacción creativa con el agravante de insistencia diaria.
Mi principal razón para actuar en contra de la ley de vulgaridad y uniformidad creativa fue la desesperación debida a mi situación de desempleo. Después de licenciarme, estudiar un máster y trabajar durante más de un año en condiciones precarias no podía asumir haberme quedado en paro. Puedo escribir esta confesión de 280 formas distintas pero no voy a negar los hechos en ningún momento ni ocultaré que mi intención era inundar las agencias de publicidad con 365 versiones del mismo texto, además de jactarme de mi motivación y de mis ganas de delinquir.
Sin embargo, debo decir en mi favor que soy joven y que mi experiencia aún no es tenida demasiado en cuenta. No pretendo que actúen como atenuantes, pretendo que se comprendan mis motivos… que al fin y al cabo son los mismos que impregnan todo mi historial creativo.
A la espera de incluir lo que su señoría creativa considere conveniente en esta confesión,
Firmado
Oscar Arenas Larios