Yo, Oscar Arenas Larios, redactor creativo, en pleno uso de mis facultades mentales y en mi actitud creativa, escribo de mi teclado y pantalla la trigésimo cuadragésimo séptima revisión del presente
TESTAMENTO
DECLARACIONES
De ejecutarse el presente testamento, significaría que he muerto joven y aún sin trabajo. Quiero, pues, dejar constancia de lo triste que ha sido no realizarme como persona. Pero más triste será para mis herederos… que no van a recibir nada.
DISPOSICIONES
PRIMERA: Nombro como heredero universal de mis nulos bienes materiales a mi hijo ilegítimo, el nombre y la existencia del cual desconozco.
SEGUNDA: Lego mi habilidad para adaptarme a cualquier estilo a la agencia de publicidad que esté dispuesta a pagar más y en mejores condiciones por ella. Así mismo, dicha empresa será usufructuarias de mis ganas de experimentar y de mi motivación.
TERCERA: Dejo mi licenciatura en Publicidad a alguien a quien le pueda ser de más utilidad que a mí y mi máster inacabado será para cualquiera que sea capaz de terminarlo.
CUARTA: Devuelvo mi experiencia de un año y cuatro meses a la agencia multinacional que me la aportó… y que por otro lado me consta que ya hace uso de ella.
QUINTA: Lego mi book a todos los que encuentren útiles sus ideas y a todos los que estén dispuestos a hablar de él.
CLÁUSULAS
PRIMERA: Me reservo el derecho a hacer una nueva revisión de este testamento para seguir demostrando mis conocimientos literarios y mi ausencia total de conocimientos legales.
SEGUNDA: El límite de revisiones del presente testamento es de 365, tantas como días tiene un año.
Firma como testigo el director creativo que se dispone a entrevistarme y al que otorgo la potestad de proponer una forma distinta de escribir este testamento.
Una propuesta de Sonia del Olmo