Señoras y señores,
Perdonen las molestias. Vengo a ofrecerles un paquete de Kleenex muy especial.
Verán, yo trabajaba en una agencia de publicidad. No les miento, pueden comprobarlo. Yo me llamo Oscar Arenas y la agencia, OgilvyOne. He tenido que convertir mi book en paquetes de Kleenex. De manera que podrán sonarse los mocos con las ideas de un joven talentoso. Para llorar, se lo aseguro.
Llevo 187 viajes en metro vendiendo mi carrera a buena gente como ustedes. Y más que vendrán. Tengo existencias para un año entero. Por favor señoras, señores, les agradeceré que colaboren conmigo en medida de lo posible, si no puede ser comprandome esos kleenex, ayudándome a conseguir una entrevista de trabajo para no tener que vender mi book en el metro.
Ya saben que hoy en día la cosa está muy mal para todos, ya se que a ustedes les cuesta un esfuerzo comprar estos pañuelos , pero yo también tuve que esforzarme estudiando con mi carrera y mi máster para verme aquí, apenas cumplidos los 23 y con estas perspectivas.
¿Saben de otra línea con gente generosa que quiera comparme los kleenex? Gracias, que tengan un buen día y que Dios les bendiga.
Una propuesta de Jime Delgado que quizá se parece un poco a esta y a esta otra.