Abriéndose paso entre los muebles endémicos de la oficina, aparece un joven ejemplar de redactor creativo que se acerca al líder del departamento. Claramente, quiere demostrar sus posibilidades de entrar en la manada… Se pone a escribir y parece que saca… 20, 25… ¡30 cartas distintas! Realmente, es muy raro que un individuo tan joven haga eso y se arriesgue a sufrir las consecuencias en un entorno en el que no cuenta con el favor de los adultos dominantes.
Lo excepcional es que veremos a este redactor creativo, al que nosotros hemos bautizado cariñosamente como Oscar, acercarse a distintas manadas a lo largo de un año, para repetir el proceso, en todo un ejercicio de paciencia y de tesón. Seguramente es su forma de demostrar su validez para ser aceptado por sus líderes y, en un futuro, asegurar su descendencia en forma de ideas.
Para averiguar más sobre este fascinante individuo, le pusimos un GPS y una cámara en el lomo, con lo cual podíamos rastrear su movimientos. Aunque las imágenes y los datos son algo confusos, seguramente se licenció en publicidad en 2012 y durante el año siguiente cursó un máster… Parece que también estuvo en otra manada, pero que terminó siendo expulsado de ella. Sin embargo, algo distingue su historia de la de otros ejemplares de redactor creativo joven, ya que como hemos visto antes, cada día reescribe la misma carta de una forma distinta. Eso, según los etólogos expertos en publicitarios denota una gran voluntad de experimentar y una alta motivación para el cortejo creativo.
Esperamos que nuestras cámaras puedan captar la entrevista que espera conseguir con alguno de los dominantes creativo. Posiblemente, se guarda un último alarde en la manga, porque igual que ha ido escribiendo propuestas de algunos miembros de otras manadas, quizá intente llevar a cabo el reto que le lanze el creativo dominante. Veremos un ejemplo de eso en el próximo capítulo de La Jungla de la Publicidad. ¡Gracias por acompañarnos y hasta pronto!
(una propuesta de Gerard Pelegrí)