Si tú supieras mi nombre yo estaría en riesgo. Así que solo te lo diré si terminamos juntos en esto. Ni siquiera puedo susurrártelo… podría haber cerca alguno de los drones del Sistema de Televigilancia. Te escribo porque ya no puedo vivir en un estado dónde la uniformidad es una imposición, dónde está prohibido tener ideas diferentes. Quiero unirme a tu banda de subversión creativa.
Puedo demostrarte que soy bueno. He leído a autores censurados por ser demasiado experimentales y he aprendido a decir lo mismo de formas distintas y creativas. Eso a ellos les jode, se empieza una forma distinta de escribir un texto y terminas contando la História Oficial de una forma diferente a la que nos han impuesto. Creo que mi habilidad podría serte de utilidad para un golpe de impacto. Mira esto: llevo 84 cartas escritas, pero quizá podría llegar hasta las 365.
Estudié Emisión Uniformizadora de Información en la Universidad Oficial. Pero después aprendí técnicas creativas en la clandestinidad y me enrolé en una grupo de resistencia creativa en el que estuve durante un año y cuatro meses, aunque alguien dio un soplo y tuve que dejarlo para no comprometer a mis compañeros. Soy joven y no quiero que el mañana sea igual que este hoy, no quiero ver siempre las mismas ideas, quiero cambiarlo todo, por fuera y por dentro. Tengo lo que ellos aborrecen y lo que tu necesitas tanto como lo deseas: motivación y ganas de probar cosas nuevas.
Pruébame para cerciorarte de que no soy un topo. Pídeme que te escriba esta misma carta en el estilo que te apetezca. Lo que se te ocurra, así comprobarás que será algo realmente nuevo y no una respuesta ensayada. Y además, tengo un largo historial de antecedentes de diferenciación y ideas nuevas. Hazme tu sugerencia desde este dispositivo no registrado con las conexiones encriptadas. Y pronto la recibirás.