Guten morgen.

El zeitgeist de mi generación me ha obligado a tomar una decisión así. Hace ya tiempo que busco la prägnanz en mis textos publicitarios, tal y como defendía la Gestalt. De ese perfeccionismo nace el Arbeitssuchereich: un proyecto con el que escribiré  a diario un doppelgänger übervariado de mi carta para pedir trabajo. Con 70 días a mis espaldas las posibilidades de son infinitas: dejarme un bigote como el de Nietzsche, descuidarme como un neandertal, aterrorizar como un poltergeist, cuidar al milímetro cada delicatesen literaria como Goethe, arrancarme con un vals de Strauss… El único leitmotif será mi búsqueda de trabajo y la übervariación de estilos. Y si el Arbeitssuchereich no funcionara, siempre me quedaría la posibilicad de echar mano de mi wanderlust e irme del país.

Traigo conmigo un rucksack cargado con todos los anuncios que he hecho. He vendido frankfurts, weissbiers, pretzels y sauerkraut. Además, de estudiar la Bauhauss, aprendí los preceptos de la escuela de Ülm y me introduje en el pensamiento de Freud y Jung, siempre completando mis titulaciones con la precisión de un reloj de quartz.

Noto una cierta schadenfraude hacia mi situación y el Arbeitssuchereich. ¿Qué harías tú, cómo escribirías tu carta mañana? ¿O ya estarías kaput?

Una propuesta de Bàrbara Nicolau.