Buenos días, si es que acaso algún día será jamás como antes…
Me llamo Oscar Arenas Larios y en los últimos meses, aciagos acontecimientos han dejando huellas imborrables en mi existencia. He explorado los cenagosos y neblinosos terrenos de la creatividad publicitaria con relativa fortuna, hasta que el putrefacto hedor del desempleo y el miedo a lo ignoto se cernieron sobre mi. Me hallo tratando de disipar esa niebla, persiguiendo el fuego fátuo de un trabajo en una agencia de publicidad, un trabajo que nunca llega y que tal vez solo exista en las podridas ensoñaciones de mi mente. Tal vez por eso ya he escrito seis veces esta misma carta, para cercionarme de si mi búsqueda es real. Y cómo si se me hubieran condenado a ello las fuerzas de un Universo inhóspito, seguiré escribiéndola de forma distinta cada día durante eones poniendo a prueba mi cordura imitando los lenguajes olvidados de quienes moraron la tierra antes que esta fuera tierra.
En cuanto a mi persona, estudié Psicología de la Creatividad en la Universidad Autónoma de Miskatonic y me hallo cursando estudios de postgrado que me recuerdan hechos que jamás debería haber vivido ningún hombre, provocándome insomnio y terrores nocturnos. Además, durante un pavoroso año de mi vida, tal vez algo más, sobreviví a la inenarrable existencia en una agencia de publicidad multinacional. Puede que crea que soy demasiado joven pero para la muerte, el miedo y la locura la edad no cuenta, como tampoco cuenta para las ignotas ideas y las insólitas histórias que producen mis repetidas incursiones en las neblinosas ciénagas de la creatividad. He visto cosas que se han mantenido ocultas a los ojos de los hombres durante eones y he sufrido en mi mente lo que haría enloquecer a todos y cada uno de los sabios que me hoy me juzgan.
Antes que la locura me tome por completo, puedo contarle mis tribulaciones pasadas para que nadie más tenga que vivirlas en sus carnes o, acaso en su mente. Sin embargo, lo que realmente me inquieta es si seré capaz soportar lo que me aguarda bajo sus órdenes. Quizá en medio de la negrura hay un camino menos oscuro… quizá usted haya dado con un rincón del universo dónde el vacio sea menos vacío y pueda sugerirme un estilo distinto para la carta que me veré obligado a escribir mañana.
Aunque el tiempo sea pura ilusión, le agradezco el que ha pasado leyendo esta carta. Espero que pueda conciliar el sueño de nuevo.
(estilo propuesto por Sandra Solorzano)
*Howard Phillips Lovecraft, padre del terror cósmico