¡Camaradas!
Sois la diferencia entre un pasado para olvidar y un futuro glorioso. Nada volverá a ser igual después de nuestra ofensiva. Nuestro nombre y el de nuestro inspirador, Oscar Arenas, quedará escrito en la Historia, al menos 365 veces. Ha llegado el momento de cambiarlo todo, de pedir trabajo de una forma que ni ellos mismos esperan. Si rehúsan una carta, mañana recibirán otra. No nos alimenta ninguna potencia ni ningún ejército: nos alimenta nuestra propia motivación. Y contra eso nadie puede luchar, porque si nos atacan llamándonos parados, nosotros nos movemos. Si nos descalifican llamándonos ignorantes, nosotros escribimos.
Oscar Arenas lo dijo bien claro: con nuestras ideas y nuestro esfuerzo podemos cambiar este país… y solo con este equipaje vamos a ir del paro más alto de Europa al pleno empleo. A él no le bastó con licenciarse y obtener un máster, ni con su año largo de experiencia laboral. Además de eso, tuvo que dedicar un año entero de su vida a escribir la misma carta una y otra vez. No olvidéis, camaradas, que jamás se vence al que no se da por vencido. Si fallamos hoy, ganaremos mañana y aunque ya llevemos 48 intentos a nuestras espaldas… aún quedan muchísimos hasta los 365.
A Oscar Arenas le llamaron loco, le dijeron que nadie lo contrataría, que no valía la pena esforzarse tanto. Y si toda esa gente tuvo que callarse, ahora nosotros vamos a causar un silencio que esta nación dificilmente olvidará.
Cada uno de vosotros tiene tantos motivos cómo días tiene un año para conseguir un trabajo digno y que le haga feliz. Cada uno de esos motivos es una razón para no desfallecer. Recordad… No aceptaremos entrevistas ni negociaciones, solo la victoria incondicional… y, solo les permitiremos escoger cómo escribir su carta de su rendición.
¡Camaradas! ¡Id a dormir con orgullo! ¡El mañana es vuestro!