Sinior, siniora…
Por favor, perdone di molestias, soy Oscar Arenas redactor creativho.
E pido una ayuda cada dia dil año, para trabajar en tuya agensia di publicidad. Solo quero tener uno trabajo normalo pero soy joven, e escribo cien dieciseis veces e pode seguir haciendo cartas tudo el año pero nadie da trabajo con crisis.
A persona que no me crea, tengo una paghina web qui pode ver e mi book, qui tengo aquí. Porque es triste di pedir trabajo tenendo estudios, pero más triste es robar, si pode trabajar… porque ya he trabajado antes.
Me adapto a trabajo qui se pueda escribir, tengo ganas. Pero por favor, qui sueldo sea digno, no tengo hijos, pero me gustaría di tenerlos e de mantenerlos. No quero caridad, quero qui valores mi talento e descubrir qui hay gente bona en esta ciudada.
Si no pode ayudarme, pode disirme como pedir más ayuda. Por favor sinior, siniora, que Dios les bendiga.
*Hoy este asterisco quizá es más importante que otros días. No me niego a realizar ninguna propuesta de las que recibo, siempre y cuando pueda escribirse y demuestre capacidad de adaptación lingüística. Esta carta debería entenderse como eso.
Estar en un país ajeno sin dinero ni trabajo y verse obligado a mendigar es un auténtico drama que merece todo mi respeto. Sin embargo, la forma en como muchos ciudadanos rumanos y húngaros se aproximan al español a través del italiano, así como los modismos de la limosna es lo que me parecía relevante de cara a adoptar este estilo. Estilos hay muchos pero lecturas, solo una.
Una propuesta de Eli Gil.